viernes, 26 de junio de 2009

Consejo de Niños y Niñas de Chacarita 2006

Los consejeros y consejeras de Chacarita trabajamos durante este año, semana a semana, pensando propuestas para el Parque los Andes. Lo primero que nos preguntamos es para qué va la gente al Parque. Y descubrimos que todos vamos a buscar algo, todos caminamos con deseos.
Nos dimos cuenta de que la gente siempre busca algo, porque la gente tiene deseos adentro.
Y la mejor prueba de que tenemos deseos adentro es que todos por momentos pedimos en silencio que se cumplan: en nuestros cumpleaños cuando apagamos las velitas, cuando pasa una estrella fugaz, cuando se nos cae una pestaña, cuando nos camina una vaquita de San Antonio, cuando soplás un panadero, cuando pasa un tren por un puente encima o cuando tirás una moneda a la fuente.
Y entonces, nos preguntamos qué deseos llegarían al Parque los Andes. Y conocimos muchísimos de estos deseos.
Y hoy trajimos propuestas para que tres de estos deseos puedan cumplirse.


1. El deseo de imaginar…


Los consejeros y consejeras de Chacarita creemos que la imaginación es muy importante, y que por eso tiene que haber lugar en los parques para que el deseo de imaginar se cumpla.
¿Se pusieron a pensar ustedes qué pasaría si desapareciera de la tierra la imaginación?.
Nosotros sí, y descubrimos que pasarían cosas terribles: por ejemplo se caerían al vacío los personajes que viven en nuestra imaginación, los sueños, los pensamientos, las ideas y los descubrimientos, como la radio, los aviones, los motores o el descubrimiento de que la tierra es redonda. No descubriríamos lo que no sabemos. Entonces no sabríamos nada más.
Tampoco podrían armarse los esqueletos de los dinosaurios porque hay que imaginarse cómo fueron.
Y no habría más planes, como el pirata que necesita imaginar un plan para encontrar el tesoro. Los tesoros que nosotros no encontraríamos serían por ejemplo juntarnos, para jugar, salir o lo que sea, no podríamos encontrarnos.
Tampoco existirían los chistes, ni los apodos, ni los colmos, ni las adivinanzas.
Si no existiera la imaginación el estado de ánimo de la gente sería triste, decaído, y se perderían los deseos, porque si no imaginás algo no lo podés desear.
Y no tendríamos recuerdos, porque desaparecería la imagen de lo que vivimos como la de los abuelos que no están.
Desaparecería el juego, porque para jugar hay que recordar las reglas y tener una estrategia que es un plan para ganar.
Desaparecerían los sueños, los de dormir y los de alcanzar algo…
Como verán, la imaginación es muy fuerte porque nos deja tener todo esto, y además nos deja transformarlo.


Por eso, proponemos que haya un espacio en el Parque
dedicado al deseo de imaginar

Este espacio podría estar señalizado por tres figuras gigantes que elegimos porque para nosotros simbolizan la imaginación:

Un león porque es grande y fuerte.
Un correcaminos porque representa la rapidez de la imaginación.
Y una margarita porque tiene muchos pétalos y la imaginación tiene muchas historias.

Nos gustaría que en este lugar haya personajes pintados en las piedras.
Podrían ser personajes de cuentos, como brujas, ogros, magos, bestias, príncipes, hadas y jinetes.
De historietas, como Mafalda, Inodoro Pereira, Matías, Condorito, La pequeña Lulú y Clemente.
O personajes que conocemos pero nunca vimos como Jaimito, el hombre de la bolsa, el duende de mano de lana y la mano de plomo y, el duende que tiene los pies al revés.

Pensamos en varias propuestas para que cuando uno entre a este espacio, la imaginación se empiece a mover…

• Árboles con historia: Pensamos en carteles sobre los árboles que tengan escritos principios, medios y finales de historias para que cada uno pueda jugar a imaginar mil historias diferentes mientras camina por el espacio.
Algunos ejemplos de principios podrían ser: Hace muchos años o En un día de fiesta
Algunos ejemplos de medios podrían ser: La cosa fue así o Sucedió un error
Y algunos ejemplos de finales podrían ser: Y aquí terminó lo que parecía interminable o Vivieron muy perdices y comieron felices

• Imágenes con Historia: También pensamos en imágenes que estén en lajas o azulejos para ir contando una historia mientras mirás las escenas pintadas. Podrían tener animales, objetos o situaciones, por ejemplo un conejito de indias con un cepillo de dientes o un sapo con una jirafa

• Sonidos grabados: Nos gustaría que al pasar por un rincón de este espacio se puedan escuchar sonidos que también nos ayudan a imaginar historias, por ejemplo sonido de puertas, aplausos, teléfonos, río, viento, cosas que se caen, campanas, pelotas o ladridos…

• Bancos Resortines: Pensamos también en bancos para imaginar, donde acostarse para poder mirar el cielo y buscar formas en las nubes. Estos asientos serían inclinados hacia arriba.

• Bancos cuenta-cuentos: Y sería lindo que haya bancos con dispositivos de sonidos en los que te sentás y te cuenta un cuento, como hay en el Rosedal de Palermo.

Y también sería divertido un lugar para mirar de muchas maneras, porque jugar con las miradas también te hace imaginar. Por eso pedimos para este espacio

• Un Espiacopio: que es un muro para mirar, ver, observar y espiar a través de telescopios, de caleidoscopios y de agujeros de diferentes tamaños con lentes que aumenten, lentes que achiquen y lentes de colores.

2. El deseo de contar secretos…

Un secreto es algo personal, íntimo, puede ser algo que te de vergüenza. Es como un bichito con patas cortas y alas, por eso se mueve saltando y a veces vuelan con sus alas que son de pluma.
Hay distintos tipos de secretos: de miedo, de amor, y de tristeza.
Los secretos arden.
Se guardan en la panza, en el pecho o en el corazón.
Si no pudiéramos contarlos sentíriamos un dolor intenso en el pecho, te sentirías apretado, angustiado. Por eso contar un secreto te hace sentir libre.
Para contarlo se necesita, una boca, una oreja, confianza y un buen lugar, íntimo.
Por eso pensamos en que exista en el Parque Los Andes, un rincón para contar secretos, en el que se coloque un nuevo elemento que inventamos El cuchicheo.
El cuchicheo es un objeto simple que tiene en una punta una boca y en la otra una oreja y el secreto pasa por un tubo colorido
Entonces uno se sienta de un lado, y tu amigo del otro.
Nos gustaría que en el Cuchicheo estén escritas las instrucciones para contar un secreto. Nosotros las pensamos así:

• Llamar solamente a la persona a la que se lo querés contar
• Contáreselo a la tarde porque hay más ruido
• Tener confianza en la persona
• Estar atentos para que nadie escuche
• Acercarse a la persona y sentarse
• Ponerle las manos alrededor de la oreja
• Apoyar la boca en las manos que están alrededor de la oreja
• Tomar aire y empezar a hablar (decírselo despacio para que lo entienda y para que no se lo tengas que repetir).
• Decirle”No le cuentes a nadie ,prometelo”.

Una vez que termine de contarlo se sentirá libre, desapretado.


3. El deseo de jugar con amigos…


Es importante jugar porque te hace sentir libre y es uno de nuestros derechos. Jugar da gusto. Es fascinante porque te da risa, te da energía, te entusiasma, te entretiene y te cansa. Jugar nos da muchas alegrías y nos levanta el ánimo porque nos hace sentir cosquillas en la panza y nos sorprende porque pasan cosas que no te imaginabas.
Por eso pensamos en un muchas propuestas para jugar en el Parque Los Andes. Y también en recuperar los juegos antiguos para que no se olviden. Porque es importante que el juego no desaparezca. Si no jugamos se pierde la alegría y tendríamos que hacer la tarea todo el día. Además el juego te hace compartir con amigos.
Si uno no juega se pierde la juventud, y te volvés cascarudo que es una mezcla de cascarrabias y chinchudo. Te volvés cansado y gruñón porque dejás de disfrutar…
Por eso para que nadie más se vuelva cascarudo y para que los cascarudos se descacaren, van nuestras propuestas de juegos. Juegos de antes, juegos de siempre y nuevos juegos.
A todas estas propuestas las llamamos…Descascarate…



• Juegos pintados en las mesas: Nos gustaría que estén pintados tableros de damas,de ajedrez y minicanchitas de fútbol para jugar al Botofutbol que es así: cada uno trae su equipo de 11 botones y un botón debe ser diferente para que sea de pelota.

• Juegos pintados en el piso: Pintar el tate-ti, el ahorcado, la tiradita y embocar en el cuadro. El guardaparques nos podría dar tizas para jugar y podría haber un cartel con las instrucciones para el que no sabe jugar. También podría estar pintado en el suelo un ta te ti bien grande, para jugar al ta-te-tí humano, que se juega con dos equipos de tres integrantes cada uno.

• Una rayuela en la que se pinten otros juegos: Una rayuela que además de tener los números tenga pintados los nombres de juegos antiguos para los que no hace falta nada, como el veo-veo, el pan y queso, el piedra-papel o tijera, el huevo podrido, el pato ñato, el juego de la oca, el colectivo, el don pirulero y el mensú.

• Pisos para inventar juegos: Y para inventar juegos nuevos nos gustaría que haya pisos pintados con figuras raras, en estos pisos podés jugar a saltar de circunferencia, saltar en las líneas, saltar por colores, seguir las rayas como un circuito, etc.


Esperamos que les haya gustado nuestras propuestas y que se puedan incluir en el Parque Los Andes y en otros Parques de la Ciudad.
Nosotros sabemos que los deseos con los que las personas llegan a los espacios públicos son muchos, deseos de tranquilidad, de aire de puro, de amor…Por eso durante el año que viene seguiremos investigándolos y pensando nuevas propuestas para que los deseos de todos se puedan cumplir.


Consejeros y Consejeras de Chacarita

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